La educación es un derecho de la persona y un servicio educativo que tiene una función social. Significa que la educación siempre está al servicio de la sociedad y responde a sus demandas, pues su sentido es precisamente aportar a la dinámica social desde la generación de conocimiento. Y es, precisamente, en ese ámbito donde la proyección social busca poner a la universidad en conexión directa con sectores particulares de la sociedad, con el fin de proyectar el conocimiento y aplicarlo en la solución de problemas del presente.
La educación es pertinente en la medida en que tanto la investigación como la formación profesional que recibe el estudiante garanticen su vínculo con la sociedad, la ciencia y la cultura. La investigación es el constante ejercicio de preguntar por los problemas y fenómenos del presente, como una acción que permite generar e incrementar conocimientos. La docencia es la interacción entre profesores y estudiantes, que en el marco del proceso educativo, permite el aprendizaje y la formación de personas y de profesionales.
Desde los programas académicos la proyección social hará propio el diseño del currículo, en la medida que en el ejercicio académico se conocen las necesidades de la comunidad generando conciencia social y procurando que la comunidad académica contribuya a la búsqueda de soluciones creativas para los problemas existentes, en pro de un desarrollo sustentable, que da cuenta de la responsabilidad social universitaria.
La proyección social, como función sustantiva de la educación superior es un referente que busca promover la formación de capital social, permitiendo a docentes y estudiantes aportar sus conocimientos a la comunidad como actores directos de la participación ciudadana y como agentes activos de los cambios en el sector económico del país y del tejido social productivo.
La formación de los estudiantes está impregnada con un alto sentido de responsabilidad y de compromiso social. Desde el punto de vista formativo la Proyección Social es un elemento articulador donde confluyen los proyectos, áreas, cursos y demás acciones del plan de estudios de cada programa académico. Esto implica la aplicación de estrategias que contribuyan a la formación integral del estudiante, que le estimulen un responsable compromiso social, personal y profesional, de acuerdo con los fundamentos, cristianos, éticos, morales y culturales que den cuenta de la responsabilidad con la cual puede afrontar los problemas desde sus contextos particulares.
Esta visión de proyección social brinda al estudiante una oportunidad: de interactuar en contextos socioculturales en los cuales aprende a pensar, a tener los criterios para actuar frente a la sociedad, a involucrarse con la comunidad, con su saber y con sus problemas, analizándolos y ofreciendo alternativas de solución viables y contribuye en su formación integral en tanto que se forman personas que se entienden y respetan a sí mismos y a los demás.